En 1886, fue creada una fórmula por el farmacéutico John Pemberton como un medicamento para el cerebro y los nervios, y luego de que Frank Mason Robinson introdujera la marca e ideó el logotipo en 1893, la fórmula secreta de Coca-Cola ha sido tema de especulaciones y leyendas de marketing.Para todos está clara la ventaja competitiva de haber protegido y guardado durante 125 años la receta secreta de la compañía norteamericana, cuyos ingredientes están guardados en la cámara de un banco en Atlanta y solo la conocen dos personas en el mundo (2 de sus socios).
La empresa detectó la gran ventaja que generaba, por un lado, tener un concepto incógnito, y por otro, ser dueño de una fórmula que nadie puede tener. Para dimensionar esta ventaja competitiva basta con decir que Coca-Cola se distribuye a más de 200 países en todo el mundo. Esto demuestra de manera tangible el valor y las ventajas que puede llegar a significar proteger adecuadamente los inventos a través de la Propiedad Intelectual.
La estrategia legal y de negocios implantada por los propietarios de Coca Cola fue escoger la protección por vía del secreto industrial frente a la patente.Los beneficios de tener un secreto industrial radican, principalmente, en la duración de la exclusividad pues esta dura hasta que el secreto sea descubierto, pudiendo no ser revelados nunca, con lo cual se llega a ser el único productor.
Pero, ¿que hubiera pasado, si la protección legal escogida por los titulares de la fórmula fuera por vía de patente?La historia sería diferente. Si la fórmula de Coca Cola hubiese sido patentada desde su creación en 1886, luego detranscurridos 20 años (tiempo de explotación exclusiva que otorga la patente), esta hubiera estado en dominio público. Es decir, en 1906 cualquier persona hubiera podido crear y comercializar la bebida más famosa del mundo.Me aventuro a pensar que de ser así, al romperse el misterio, probablemente Coca Cola habría sido sacada del mercado al descubrirse lo que más le daba valor: el secreto de su fórmula.Podemos concluir que la divisa más valiosa no es el dinero sino las ideas, y su protección a través de la propiedad intelectual produce unos activos intangibles que una vez valorados hacen parte del estado financiero de las empresas.
En los próximos artículos y a través de ejemplos prácticos analizaremos más ‘ideas millonarias’ que se consolidaron gracias a la adecuada protección de la propiedad intelectual.
“Las ideas son capitales que solo ganan intereses entre las manos del talento”.
Rivarol
15 de Mayo de 2013
Por Gina de Echeona
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