El equity es el patrimonio de los accionistas o, en otras palabras, el valor de una empresa. El reparto de este patrimonio (es decir, cómo se reparte la propiedad de una empresa) suele ser un proceso complicado para el cual no existe ninguna fórmula básica que se pueda aplicar a todos los casos. Cada empresa es única y los procesos de negociación del reparto van a variar de una a otra. Hay que tener en cuenta que un reparto apropiado va a ser esencial para evitar conflictos y lograr un buen ambiente en las startups, lo cual a su vez es muy importante para el buen funcionamiento de las mismas. Además, no hay que perder de vista que la posesión de equidad transmite poder de voto y control sobre la empresa.
Si bien es cierto que no existe una fórmula aplicable a todas las empresas, sí que existen ciertos patrones y pautas comunes. En este artículo vamos a hablar sobre algunos de ellos. Por una parte, el reparto de equity tiene que dejar satisfecho al mayor número de partes posible, tiene que ser fruto del consenso y de la generosidad. No hay que perder de vista el largo plazo: es mejor tener por ejemplo el 20% de una empresa que tiene un valor de 3 millones de euros que tener el 50% de una empresa que vale 100.000 euros. Por ello, el reparto debe orientarse a fomentar el mejor funcionamiento de la empresa. Aquí hay que destacar que este reparto del equity es dinámico, es decir, con el paso del tiempo y el crecimiento de la empresa los porcentajes que posee cada uno variarán pues habrá socios que entren, que salgan, etc. Es lógico que con el crecimiento de una empresa, este equity se diluya, se reparta entre un mayor número de personas. Por ello es importante comprender el razonamiento expuesto anteriormente: es mejor tener el 1% de una empresa que tiene un valor de 3 millones de euros que tener el 50% de una empresa que vale 10.000 euros.
Por otra parte, es necesario ser consciente de la necesidad de afrontar la conversación sobre el reparto desde el inicio. Cuanto antes se dejen claras las reglas del juego, mejor, ya que a partir de ese momento será más fácil que los distintos miembros de la compañía se centren en su buen funcionamiento. Aunque sea un tema que a veces puede ser delicado, hay que saber que antes (preferiblemente) o después se debe de afrontar.
Por lo general, existen 4 grupos principales a los que repartir el equity:
En primer lugar hay que hablar de los fundadores. Como ya hemos señalado, la posesión de equidad confiere poder de decisión en la empresa. A mayor porcentaje, mayor poder se tendrá. Por lo general, los fundadores que tienen la intención de permanecer en el proyecto a largo plazo deben y van a tratar de mantener la mayoría del control.
Se tiende a pensar que repartir a todos los fundadores la misma proporción va a evitar cualquier tipo de problema y que por tanto es la mejor solución. No obstante, hay ciertos factores a tener en cuenta a la hora de repartir el capital entre los fundadores. Está claro que la aportación de dinero que hace cada uno va a ser determinante para el reparto del equity, pero este no va a ser el único. También es necesario contemplar el tiempo que dedica cada uno a la empresa, el riesgo que toma al entrar en el proyecto (no es lo mismo dejar tu trabajo para formar una empresa que emprender pero manteniendo tu antiguo empleo, por ejemplo), la experiencia, los contactos o las ideas que puede aportar cada uno a la empresa, etc.
En segundo lugar podemos hablar de los inversores. Este grupo suele obtener una proporción importante del equity, por lo general más elevado que los siguientes grupos (y en ocasiones incluso más que los propios fundadores). La explicación a esto es muy sencilla: son los que ponen el dinero en un proyecto muy joven y ese riesgo tiene que ser recompensado. Como señala Ryan Rutan, director de innovación de Startups.com, la cantidad que se le da a un inversor va a estar directamente relacionada con cuánto valora que valga la empresa en el momento de la inversión y con cuánto dinero invierte. El primer aspecto será el más difícil de determinar, y para determinar ese valor puede ser útil investigar cuál es el valor que se han otorgado otras empresas cercanas y similares.
En tercer lugar hay que hablar de los asesores. La determinación de la proporción a asignar a este grupo puede ser complicada. No obstante, Dan Martell, fundador de Clarity, afirmó que es recomendable otorgarles entre un 0,1% y un 0,5% del equity, pudiendo llegar a ser del 1% para aquellos que estén dando unos resultados especialmente buenos. Aquí hay que distinguir entre los asesores formales, que son aquellos que tienen conocimientos estratégicos sobre el negocio, que crean valor para la compañía y a los cuales se puede recurrir de manera continua, y los asesores personales, los cuales asesoran a la empresa en pocas ocasiones para asuntos específicos. El primer grupo es el que obtendría algún tipo de recompensa en forma de equity.
Por último nos encontramos a los empleados. Los empleados que trabajan para una startup asumen también riesgos importantes pues trabajan en una empresa emergente, por lo general con un futuro más incierto y que no le puede pagar salarios demasiado elevados. Por tanto, para atraer a estos empleados (y al talento en general) tendrás que compensar ese riesgo que asumen al decantarse por una startup. En numerosas ocasiones el medio para compensarlo es otorgando un porcentaje del equity. Como en los anteriores grupos, esta proporción no siempre es fácil de determinar. Se suele recomendar darles entre el 0,05% y el 1% de la propiedad. Se repartirá una mayor cantidad dependiendo de varios factores, principalmente del tiempo que se dedique a la empresa, del campo de trabajo del empleado en cuestión, de las habilidades, experiencia, etc. que esté posea…
En este artículo hemos visto qué es y la importancia de un buen reparto del equity en las startups. Para conseguirlo no existe ninguna fórmula infalible que sea aplicable a todas las empresas, pero sí existen ciertos aspectos que todas las startups deben tener en cuenta a la hora de repartir la propiedad de la misma. En Emprende Conmigo estamos dispuestos y encantados de ayudarte en tu aventura emprendedora. “¡Lo hicimos nosotros, lo haremos por ti!” Contáctanos info@emprendeconmigo.com